Una de las grandes propuestas de los estados del país, es contar con una movilidad integrada y sustentable, un pilar de ello son las ciclopistas y su cercanía con la población, de lo cual, las ciclovías de León nos dan un ejemplo de ello.
Aunque lo óptimo es que cada país, ciudad, condado y estado cuenten con una amplia red de ciclovías, lo cierto es que no basta con tener cientos de kilómetros de ellas y una gran infraestructura ciclista. Para que todo ello valga la pena, las ciclopistas deben ser útiles, así como bien planificadas y construidas.
Con útiles y bien planificadas, no solo nos referimos a que los ciclistas rueden sobre ellas, sino que, al hacerlo, estos carriles exclusivos deben ayudarlos a llegar a puntos estratégicos que sirvan para la movilidad. Es decir, lo ideal es que las ciclovías estén interconectadas entre sí y el transporte público.
Así, se consigue una verdadera movilidad integrada que ayuda al usuario a transportarse fácil y rápido, con ayuda de todos los transportes disponibles, de un extremo de la ciudad a otro. Por supuesto, circulando por sitios de servicios y de interés que van desde hospitales hasta museos.
Bien construidas no es igual a bien diseñadas
Ahora, cuando decimos que deben estar bien construidas, no únicamente nos referimos a que estén bien pavimentadas y señalizadas. Las ciclovías también deben contar con la infraestructura física necesaria para proteger al ciclista. Es decir, dependiendo de su ubicación, deben contar con confibicis u otro tipo de canalizadores y barreras físicas que separen la circulación del ciclista del automovilista.
Conjuntando todo esto, se consigue una ciudad conectada mediante el transporte sustentable, al mismo tiempo que se cuida el bienestar de sus usuarios. Y aun así, falta un punto muy importante: la distancia entre una ciclopista confinada y la ciudadanía.
Es decir, no tiene mucho caso que, para llegar a un carril para bicicletas que esté físicamente protegido, el usuario deba recorrer antes media ciudad para llegar a una de estas pistas. Si así lo hace, sigue quedando expuesto a los peligros automovilísticos en su recorrido hacia ella.
El Instituto de Políticas para el Transporte y Desarrollo (ITDP) menciona que la distancia aceptable que una persona debe caminar de su vivienda hasta encontrar una ciclovía confinada debe ser, máximo, de 300 metros.
En México, si bien la capital del país (CDMX) es una de las zonas que cuenta con más carriles exclusivos para bicis, está lejos de que estos sean cercanos a la mayoría de su población; pues el problema es que las ciclovías están muy centralizadas, dejando fuera a quienes viven más allá de las zonas más turísticas o frecuentadas.
Por otro lado, las ciclovías de León, Guanajuato, son las más cercanas a su población, independientemente de que el estado no cuenta con una infraestructura ciclista tan grande como la de la CDMX. Por supuesto, nos seguimos refiriendo a los carriles ciclistas confinados, es decir, que cuentan con una barrera física.
Ciclovías de León, a la vuelta de la esquina
Los datos arrojados por el ITDP indican que el 17% de la población vive a menos de 300 metros, caminando, de una ciclopista confinada. Esto convierte a las ciclovías de León (confinadas) en las más cercanas a su gente.
De hecho, mientras que a nivel nacional, León ocupa el primer puesto en esta categoría, a nivel mundial se encuentra en el lugar número 111.
Asimismo, los datos del ITDP informan que todas las ciclovías de León suman 109 km, de los cuales, 107 de ellos están protegidos por alguna barrera vial.
Sin duda es un gran paso para la capital guanajuatense, aunque, por otro lado, también demuestra el largo camino que les queda por recorrer a las autoridades en movilidad de todo México. Sobre todo, si tomamos en cuenta que en lugares como Helsinki, capital de Finlandia, el 94% de su población reside en las cercanías de un carril confinado para bicis.
En busca de mejores ciclovías
Si bien los datos del ITDP se consiguen mediante los informes que usuarios de todo el mundo actualizan, oficialmente León cuenta con 240 km de ciclovías entre 15 de ellas (hasta enero de 2023) y se busca que existan 300 al término de la actual administración.
Por otro lado, un reportaje de un diario en septiembre de 2023, informó que las ciclopistas ubicadas en Francisco Villa, Vicente Valtierra y Miguel Hidalgo podrían tener modificaciones. Esto con la intención de hacerlas más seguras para los ciclistas. Por ejemplo, se buscará su ampliación de, por lo menos, de 1 m. – 1.20 m- de ancho a 1.5 m. – 2 m.
Si deseas saber cuáles son las ciudades con mayor cercanía entre carriles exclusivos para bici y sus ciudadanos, te invitamos a descubrirlo aquí.
