Urgen normas para la construcción de ciclovías correctas

construcción de ciclovías 1

La construcción de ciclovías no es una tarea que deba hacerse a la ligera; el simple hecho de colocarlas no significa que se hace un buen trabajo, pues estos carriles exclusivos deben cumplir con ciertas características para ser considerados seguros. De poco sirve construir una ciclopista que no protegerá ni beneficiará al ciclista ni a la comunidad.

El objetivo de una ciclovía es facilitar la movilidad de los usuarios de vehículos no motorizados, sobre todo de bicicletas, de un punto a otro y de manera protegida. Esto último se refiere a que existan barreras físicas que impidan el paso de los autos a dicho carril, evitando el arrollamiento de los pedalistas.

Para ello es necesario que cumplan con ciertas especificaciones, de tal manera que su instalación satisfaga el objetivo anterior, al mismo tiempo que funciona en armonía con automovilistas y peatones. Claro, siempre priorizando el bienestar del ciclista.

Sin embargo, para que esto sea posible, es necesario homogeneizar sus normativas de construcción, lo que incluye las especificaciones en cuanto a los materiales a usar en las mismas, medidas de los carriles, ubicaciones y demás. Esto ayudará a la construcción de ciclovías más visibles, duraderas y seguras.

Claro, existirán veces en que, por la naturaleza y tipo de vialidades, los carriles ciclistas deberán adaptarse a ciertos cambios y excepciones logísticas. Sin embargo, esto no quiere decir que no cuenten con otros elementos que hagan saber su presencia en todo momento.

ciclovías en la CDMX

Normas para construcción de ciclovías, totalmente necesarias

Todo lo anterior lo tiene en claro Armando Pliego Ishikawa, activista e integrante de la red de Movilidad Segura. Su caso se centra en las ciclopistas de Puebla, de las cuales, detalla que la mayoría se construyeron de manera errónea, pues, al momento de su instalación, se carecía de normas técnicas para ejecutarlas con los requerimientos debidos.

Recalca que, cuando se construyeron varias de ellas, se hicieron sin tomar en cuenta las necesidades ciclistas.

“Entonces tenemos varios casos como el de la (ciclovía) 2 Sur entre la 31 y la 13 Poniente, donde la infraestructura es muy angosta, es un carril de un metro, lo mismo que la 14 Sur”, comentó al medio Megalópolis, agregando que la misma se encuentra pegada al camellón en la extrema izquierda.

Ahora que este y otros estados y municipios cuentan con reglas más específicas para la construcción de ciclovías, Pliego destaca que “lo que hace falta, es que toda esa infraestructura que se construyó antes de que tuviéramos normas, se tengan que actualizar”, sobre todo, porque “se construían a como se les ocurría, ya que no existía ninguna regla de cómo se tenían que diseñar e implementar, por eso tenían problemas viales.”

Urgencia por renovación y construcción

Podemos excusar un poco a las autoridades viales, gubernamentales y municipales, tomando en cuenta que, hasta hace unos años, el ciclismo urbano no tenía mucha presencia en las calles, por lo que, quizá, pensaban que construir ciclovías donde fuera y como fuera satisfacía al sector pedalista.

No obstante, en años recientes -sobre todo, a raíz de la pandemia-, cada vez más personas se trasladan en bici de su casa al trabajo, o simplemente gustan de paseos recreativos y deportivos. Esto conlleva un incremento en la necesidad de nuevos carriles ciclistas en las distintas vialidades donde sean aptas y necesarias.

Si bien cada ciudad y estado puede tener sus propios manuales y normativas para la colocación de las mismas, es importante que se construyan bajo dichos parámetros. De igual manera, lo ideal sería remodelar y adaptar los carriles ciclistas existentes bajo las actuales normas; al final, todos los agentes viales tienen derecho a transitar y trasladarse de forma fácil, segura y con espacios exclusivos, tales como aceras, ciclopistas, calles, rampas, etc.

Medidas a tomar en cuenta

Entre las medidas que debemos tomar en cuenta para la construcción de ciclovías de forma correcta, está el ancho de las mismas. Por ejemplo, en la Ciudad de México, la regla indica que una ciclopista de un carril debe contar con un ancho de 1.5 metros; esto, con la intención de que no exista choque entre ciclistas e, incluso, puedan rebasar a otro sin problema alguno; en el caso de las ciclovías con dos carriles, deben medir 2.5 metros para un cómodo traslado de sus usuarios.

En cuanto a su instalación y localización, y luego de haber realizado los estudios pertinentes que demuestren su viabilidad, esta tiene que situarse en el extremo derecho de la calle o avenida, pues es la zona que representa menor riesgo para los ciclistas.

Por último, uno de los puntos más importantes, es contar con ciclopistas canalizadas, es decir, que cuenten con elementos físicos que mantengan separado al tránsito automovilista del ciclista.

La mejor manera de conseguir esto último es con la implementación de los llamados confibicis. Estos son de gran visibilidad y resistencia, logrando que los autos no ingresen al carril ciclista.

En los casos de ciclo carriles o carriles ciclistas compartidos con el transporte, la instalación de confinadores puede suplantarse con otros elementos, como losetas, señales que indiquen la presencia de la ciclovía, paletas viales y hasta confinadores más pequeños.

Estas son únicamente algunas recomendaciones, mas no todas las que deben seguirse. De allí la necesidad de una guía que facilite la instalación de las ciclovías, así como el llamado a las autoridades correspondientes por implementarlas de manera correcta y justa para todos.