Las piernas se preparan y la adrenalina se funde con la emoción apenas se escucha su nombre; alzada y despierta sobre los durmientes de lo que antes fuera la ruta férrea entre la capital de México y el estado de Morelos, se erige el gran reto ciclista mexicano: la ciclovía Ferrocarril de Cuernavaca.
Se trata de un trayecto que, sí, es para todos y cualquiera lo puede disfrutar, pero sólo unos pocos son capaces de hacerle frente y tener la satisfacción de decirle “te vencí”. Proveedora de hermosos paisajes, esta ciclopista podría compararse a un portal lineal que nos lleva de lo urbano a lo rural, conectándose entre el presente y el pasado.
La ciclovía Ferrocarril de Cuernavaca es una experiencia de más de 60 kilómetros hecha para todo aventurero, pero sólo apta para los espíritus ciclistas más fuertes desde su inauguración en 2006.
El inicio del viaje
Con su inicio y final (depende de si se va o se viene) en Polanco y hasta Tlalpan, recorrerla por completo supone todo un desafío. Pero no te preocupes, no importa si eres ciclista espontáneo o, si, por el contrario, esta ya es una extensión de tu cuerpo; podrás disfrutar de esta ruta ya sea como deporte o como pasatiempo.
Esto se debe a sus constantes transformaciones a lo largo del camino. Si bien puede decirse que inicia desde el tramo de Tacubaya-San Antonio, el recorrido suele iniciarse en Polanco, donde uno puede ser testigo de estructuras modernas como el Museo Soumaya.
Otra opción es comenzar en Avenida Revolución o Insurgentes. Cualquiera de los dos puntos te guiará entre colonias “de la alta” y populares hasta llegar al inicio del verdadero reto en la Avenida Altavista, donde comienza el ascenso.
Este durará casi dos km hasta llegar a un par de puentes elevados que hay que cruzar. El primero está entre la avenida Toluca y Rómulo O Farril; el segundo, en la intersección de Rómulo O Farril con Don Manuelito.
De lo citadino a lo rural
Tranquilo, estas subidas han sido las más fuertes. Y aunque no son las únicas, sí las más cansadas. Pero, si ya has llegado hasta aquí, te encontrarás con otro cambio de paisaje.
La ciclopista continúa frente a la Escuela Secundaria Diurna Nº 302 “Luis Donaldo Colosio Murrieta», donde, si vas entre semana, tendrás que sortear a peatones y estudiantes. Si, por el contrario, vas en fin de semana, deberás cruzar un enorme tianguis y, si los marchantes son muchos, deberás bajar de la bici para caminar entre los puestos hasta que estos terminen.
Este tramo alberga las zonas de Pedregal de San Nicolás, San Nicolás Totoloapan, Lomas Altas de Padierna y Chimilli.
Viaje al inframundo
Superando estos destinos, llegarás al primer salto al pasado con la Estación Ciclovía Recreativa CDMX, un punto de encuentro para ciclistas. Este sitio se trata nada más y nada menos que de una parada original del tren de Cuernavaca, mismo que decidió detener sus ruedas y descansar sus motores desde el 16 de junio de 1997.
A partir de aquí comienza el contacto con nuestros antepasados, pues, aunque no lo creas, la ciclovía Carril de Cuernavaca te robará por un momento la vida para transportarte al mundo de los espíritus aztecas. Y es que unos km. más adelante, tendrás el privilegio de cruzar el Paso a Mictlán, una pequeña formación rocosa con aires prehispánicos que se vuelve, quizá, el atractivo más hermoso de esta ruta.
El suspiro final
Una vez hayas cruzado el tramo prehispánico, y tras ir en leve pendiente durante un rato más, llegarás a la Cicloestación de Magdalena Petlacalco. Poco más adelante te encontrarás con un antiguo vagón de tren, cuyas ventanas parecieran ser ojos de hierro que han visto el paso de miles de ciclistas. No lo defraudes rindiéndote frente a él, pues estás a punto de lograrlo.
Si tuviste las fuerzas para despedirte del longevo vagón, considerate un campeón, porque unos metros más adelante finalmente habrás llegado a la Cicloestación el Sifón.
¿Ya llegaste allí? Perfecto, entonces baja de tu bici, estira las piernas, respira lentamente. ¿Recuperaste el aliento? Genial, ahora solo te queda levantar las manos en señal de victoria. Felicidades, te has superado. Llegaste al final de la gran ciclovía ferrocarril de Cuernavaca, el gran reto ciclista mexicano.
El regreso…si puedes
Quizá estés acostumbrado a distancias más grandes, o tal vez no. Puede que este recorrido haya sido únicamente un respiro para ti o, por el contrario, el reto de tu vida. Felicítate de cualquier manera, pues, dependiendo si fuiste lento o rápido, habrás recorrido entre 3 y 6 horas de camino en bicicleta. ¿Listo para las otras 3 horas de regreso?
Tranquilo, si no te sientes preparado para regresar en tu fiel bici, puedes acercarte a una estación de autobuses y abordar los Pullman de Morelos. Ahora tú y tu bicicleta pueden descansar, pues te permiten guardarla en su compartimento inferior hasta llegar de nuevo a la CDMX.
Buen viaje. Rueden seguros.