Cómo mantener el equilibrio en una bicicleta, aprende a hacerlo

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Saber cómo mantener el equilibrio en una bicicleta va más allá de aprender a andar sobre ella. Quizá creas que, con quitarle las llantitas traseras, ya sabes conducirla, pero, lo cierto, es que pedalear la bici sin perder el balance va más allá de mantenerla firme mientras la conduces.

Por ello, hoy te vamos a dar unos tips para que tengas un mejor control de la bici. Créenos, poder mantenerte en balance en los distintos terrenos y en cualquier momento, es clave para tu seguridad.

Cómo mantener el equilibrio en una bicicleta

Dice el refrán que andar en bicicleta nunca se olvida, aunque lo intentes. Si bien esto es cierto, cuando dejas de montarla durante un largo periodo, lo que sí se te puede dificultar es tener un buen balance sobre ella.

Para saber cómo mantener el equilibrio en una bicicleta, es importante que controles tu centro de masa. Este último es el punto que permite tener en equilibrio todas las partes de un sistema; en este caso, de la bicicleta.

En esencia, este punto se encuentra en el eje vertical de la bicicleta, sobre el tubo horizontal. Tu cuerpo y tus movimientos son lo que debe darle el equilibrio. Te puedes dar cuenta de esto cada vez que das un giro, pues, dependiendo hacia dónde lo tomes, la bici se inclinará hacia la derecha o la izquierda; para no caer, casi en automático, tu cuerpo se inclina hacia el lado contrario, creando así el balance.

Lo mismo ocurre cuando manejas recto, ya que, aunque no gires, son tu cuerpo y la velocidad lo que permiten que avances en equilibrio.

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Tips para mejorar el equilibrio

A continuación, te mostramos algunos consejos para ayudarte a mantener el equilibrio en la bicicleta. Son ejercicios que, en un inicio, te parecerán complicados a pesar de su aparente facilidad. Practícalos y verás cómo mejora tu balance.

Ejercicios básicos sin bicicleta

El primero de estos trucos no requiere de tu bici. Basta con que pintes o localices una línea recta en el suelo. Camina sobre esa raya poniendo un pie sobre ella y, luego, dando un paso con el otro de manera alineada. Puedes hacer lo mismo sobre una vía del tren o una barda estrecha y no muy despegada del suelo. Intenta mantener el equilibrio al caminar así para controlar tu centro de balance.

Giros de control

Una vez que sepas andar en bici y tengas un mejor control sobre ella, busca un espacio grande y pedalea en círculos. Comienza haciendo un círculo grande y redúcelo cada vez más. Mientras más pequeña sea la circunferencia que recorras, necesitarás ir más lento y pedalear menos. Asimismo, deberás girar el manubrio cada vez más; los giros con pedaleo lento y el control del manubrio, ¡todo sin bajar los pies!, son un excelente ejercicio para mantener el equilibrio.

Balance sobre los pedales

Se trata de otra de las grandes técnicas para saber cómo mantener el equilibrio en una bicicleta. Avanza un poco en tu bici y frena gradualmente hasta detenerte por completo, pero, ojo, ¡no bajes los pies cuando te detengas! En lugar de esto, ponte de pie sobre los pedales, mantén presionados ambos frenos e intenta quedarte así durante algunos segundos. En caso de que te desbalancees, suelta un poco los frenos y da un par de golpes de pedal (o sea, avanza apenas un par de centímetros), pero sin dar el pedaleo completo; mueve ligeramente el manubrio a la derecha y la izquierda para recuperar el balance, así como inclinar tu rodilla izquierda o derecha hacia el lado contrario de donde te esté ganado el peso.

Cuando tengas la experiencia y seguridad necesaria, puedes retarte a ti mismo y descubrir si puedes mantenerte sin bajar los pies de la bici durante todo un semáforo en rojo y avanzar en cuanto cambie a verde. Eso sí, cuando sientas que vas a caer, baja los pies y apóyate en el suelo para no sufrir un accidente.

Aprende a rodar, luego a saltar

Los ciclistas más experimentados en tener un buen equilibrio, pueden hacer el ejercicio anterior sin los golpes de pedal. En su lugar, dan pequeños saltos con la bici en la dirección a la que nos estamos inclinando, volviendo a estar así en balance. Claro, todo esto lo debes hacer sin bajar los pies de los pedales; comienza levantando la llanta delantera y pronto podrás hacerlo con las dos. Eso sí, primero debes dominar las técnicas anteriores.

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