Moverse en bicicleta es una de las formas más libres y saludables de recorrer la ciudad. Sin embargo, no basta con pedalear: la comunicación en la vía es clave para garantizar tu seguridad y la de los demás. Las señas ciclistas son un lenguaje universal con el que las personas que van en bicicleta informan a conductores y peatones lo que harán a continuación. Al conocerlas y aplicarlas, no solo evitas accidentes, también contribuyes a una convivencia vial más respetuosa.

¿Por qué usar señas ciclistas?
Cada movimiento en bicicleta puede sorprender a los automovilistas si no se anuncia. Levantar la mano en el momento adecuado advierte de un giro, una frenada o una detención, y eso da a los demás segundos valiosos para reaccionar. En una ciudad donde conviven millones de habitantes y diferentes tipos de vehículos, las señas ciclistas se convierten en una herramienta simple pero poderosa para prevenir accidentes.
Señas ciclistas básicas que debes conocer
Vuelta a la izquierda
Extiende el brazo izquierdo de manera horizontal con la palma abierta. Esta señal indica con claridad que vas a doblar hacia la izquierda.

Vuelta a la derecha
Para avisar que girarás a la derecha, puedes extender el brazo derecho en línea recta o levantar el brazo izquierdo doblando el codo a 90 grados, con la mano hacia arriba.

Detenerse
Levanta el brazo izquierdo doblando el codo, con la mano hacia arriba. De esta forma, quienes circulan detrás de ti saben que harás una parada completa.

Reducir la velocidad
Extiende el brazo izquierdo hacia abajo y muévelo de arriba hacia abajo con la palma abierta. Con este gesto informas que disminuirás la marcha.

Dar paso
Extiende el brazo hacia un lado y haz un movimiento invitando a avanzar. Es una forma de ceder el paso a otro ciclista, peatón o vehículo.

Advertir un bache
Señala hacia abajo con el brazo extendido del lado del obstáculo. Así alertas a los ciclistas que vienen detrás de un bache o coladera.

Advertir peligro en la vía
Cuando exista algún riesgo mayor en el camino (agua, grava, objeto grande), mueve el brazo hacia abajo señalando la zona para que otros lo identifiquen a tiempo.

Cuando anticipar un movimiento marca la diferencia
Aplicar señas ciclistas en cada trayecto es mucho más que un gesto: se trata de una herramienta práctica para evitar riesgos y lograr que quienes comparten la vía comprendan tus movimientos. Si pedaleas, úsalas de forma constante; si conduces, respétalas y préstales atención. Ese intercambio claro puede marcar la diferencia entre un traslado seguro y un accidente. La seguridad en la calle se construye con acciones concretas, y las señas ciclistas son una de las más efectivas.
Comunicarte con suficiente antelación y mediante pequeños movimientos del brazo izquierdo o derecho ayuda a que los usuarios de la vía pública entiendan tus intenciones. Usar la bicicleta como medio de transporte implica respetar las normas y cuidar de tu seguridad, pero también la de vehículos y peatones que comparten la calle. Cada señal con la mano, hecha de forma segura, se convierte en una manera sencilla de evitar caídas y promover una mejor convivencia vial.

Reglas y espacios para pedalear con seguridad
El uso de señas es vital, pero no es lo único que garantiza un recorrido seguro. También resulta esencial respetar los espacios diseñados para la bicicleta, como ciclovías, carriles bici y bicisendas. Estos caminos no solo ordenan la movilidad, también reducen los riesgos al mantener separados a ciclistas y vehículos motorizados.
Profundizar en las reglas de las ciclovías ayuda a que cada pedaleo sea más seguro y a que la convivencia con automovilistas y peatones sea más respetuosa. Un resumen práctico puede encontrarse en este blog especializado.
Quien quiera una visión más amplia sobre infraestructura y cultura ciclista encontrará útil este libro dedicado a las ciclovías, que muestra cómo estas rutas forman parte de una estrategia de ciudad más segura y sostenible.